1808, La Guerra de independencia en Dos Hermanas, escaramuza en el pueblo
martes, 5 de noviembre de 2024Verano de 1808, Dos Hermanas monótona y blanca a tres leguas de Sevilla, junto a la Vereda de la Real Armada la "Vía Militaris" de los soldados del Mariscal Nicolás Juan de Dios Soult. Aparentemente todo ha terminado, pero lo cierto es que cada español es un guerrillero; los franceses no pueden circular solos; más de uno ha desaparecido sin dejar rastro; la faca, el hacha, el bieldo, cualquier cosa en mano de los españoles es un arma contundente; los pozos parecen el lugar ideal para tirar soldados de Napoleón ¡Y vaya usted a saber cuántos terminaron en aljibes, norias, etc...!
Un escuadrón de 25 husares del Mariscal Soult salen de Sevilla por la Puerta Jerez enfilando la Vereda de la Real Armada; van en formación al son del tambor. El Cerro de Cuarto a su izquierda y las llanuras de Oripo; los cantos rodados hacen chispas en las herraduras de los caballos en el pequeño valle desde el que se divisan las torres de la Alquería de Ber-Aben Haldum; más adelante el Castillo de la Serrezuela y el Viejo camino de la Venta Bermeja cuando los husares de Soult avista Dos Hermanas, población de 1.000 habitantes, con el cementerio junto a la iglesia y viejas haciendas la circundan con mosqueteros mudos en el tiempo;pasan por Dos Hermanas soldados rubios y quién sabe si algunos de ellos han participado en la Revolución Francesa y ha visto rodar la cabeza de Luis XVI en la redentora guillotina al son dela marsellesa. La Almena es la pequeña guarnición del invasor;contactos del oficial de la misma con el de los husares de vistoso morrión; breve descanso de jinetes y caballos en El ejido para tomar unas jarras del fresco vino "sangre de cristo" de la Hacienda del Lanero en la calle Penil. Aquí comienza el contacto de los patriotas para atacar a los husares de Soult; hay quien sabe un poco de francés y ha captado una conversación entre los soldados, pues el vino "sangre de cristo", hace hablar la lengua de Voltaire con calor y soltura. Es la una de la tarde con el sol arriba, cuando los husares formados en el Ejido abren la marcha por el Callejón del Tio Resolana para tomar el Camino Viejo de Ibarburu que enlaza con la Vereda de Quintanilla. Ajenos son los husares y su oficial a la valentía de los labriegos del lugar;los contactos entre la Bodega del Lanero y Antonio Navarro Sánchez, labrador propietario de la Vegueta y el Baldio, se han hecho a uñas de caballo; éste lugareño de ojos azules y fisonomía de vikingo es el jefe de la guerrilla que opera en el monte que hay entre las Veredas Real Armada-Quintanilla y Venta Luna; su segundo, el Tío Gomillo, labrador de tierras calma en la Vereda de Marchenilla, ha movilizado a los jóvenes braceros para atacar a los franceses en el Callejón del Carbonero si los cálculos no falla. Pero por azar del destino los franceses no pasaron por dicho lugar y que los guerrilleros estiman como ideal para su ataque esporádico ya que está situado entre monte bajo de lentiscos, carrascas y acebuches centenarios. Los husares que a las dos de la tarde han pasado por el caserío de Antonio Navarro, han girado a la derecha de la Vereda Venta Luna dirección al conglomerado de "Seixal-Clarevot". La guerrilla de Antonio Navarro, lleva horas replegada esperando el momento propicio para atacar, su misión es causar bajas al enemigo, retirarse y no dejar rastro alguno. Los franceses han abierto la formación de la marcha ya próximos al Pozo del Marqués, la guerrilla se encuentra enla Alameda de Seizal-Clarevot preparada para atacar en el camino de las dos haciendas y como el tiempo pasa con rapidez les interesa atacar cuanto antes; los husares entran al galope en el viejo camino Seixal-Clarevot, la guerrilla se ha replegado a las paredes del caserío. Antonio Navarro ha cambiado de ideas y dá órdenes en contrario: Se atacará a los franceses en el patio de las dos haciendas, una parte de los guerrilleros disparará desde los tejados, se han seleccionado los mejores tiradores para éste fin, la otra parte de la guerrilla atacará en los momentos de confusión con arma blanca
Masacre.
Son casi las tres de la tarde con un sol que achicharra cuando los franceses entran en el patio de las haciendas de Seixal-Clarevot, no reciben agua ni bienvenida; fuego de trabuco por todos sitios, la confusión es enorme, el oficial ha caído de los primeros, los caballos son también alcanzados por los certeros disparos de los patriotas; la carga de arma blanca, brutal sin paliativos, todo ha terminado. Han sido 15 minutos de alaridos, plomo y sangre;los cadáveres son cargados en carretas y arrojados al Pozo del Marqués
Autor: José Sánchez Gutiérrez, publicado inicialmente en la revista "informativo nazareno" el 4 de febrero de 1977 (facilitada por Javier Mena).