FRANCISCO GÓMEZ RIVAS (1827 - 1908)

domingo, 17 de marzo de 2024


Este destacado personaje, pieza clave en la economía nazarena del último tercio del siglo XIX, era hijo de Francisco Gómez y de Josefa Rivas, ambos naturales de esta villa. Sabemos que tuvo cuatro hermanas, llamadas Ana (1816-¿?), Josefa (1817-¿?), Ana (1835-1890) y María de las Mercedes Gómez Rivas. Entre sus múltiples propiedades, se encontraban nueve casas repartidas en las calles Santa María Magdalena (en una de ellas, la n.º 16, residía), de Sevilla, Amor de Dios, Sagrado Corazón, Industria y San Alberto, la hacienda de la Mina Grande, adquirida al ducado de Fernán Núñez en 1905, un modesto almacén de aceitunas (abierto hacia 1876 y cuya ubicación desconocemos), y una bodega, fundada en 1864 y dedicada a la elaboración de vino y aguardiente. Bodega que sería heredada por su hijo José Gómez Martín, estando situada en la calle Santa Ana, donde hoy se encuentra una academia de idiomas.

Por otra parte, perteneció a las hermandades de la Divina Pastora (donde fue mayordomo en 1868 y 1896) y del Santísimo Sacramento. Contrajo matrimonio en la parroquia de Santa María Magdalena con la nazarena María del Rosario Martín López en 1858, con quien tuvo cinco hijos: Josefa (1860-1932), Francisco (1861-1930), María Matilde (1862-¿?), Dolores (1863-¿?) y José Gómez Martín (1871-1951), que llegaría a ser alcalde y juez municipal en tiempos de la dictadura de Primo de Rivera. La participación de Gómez Rivas en la política local comenzó en la época del Sexenio Revolucionario (1868-1874). Elegido concejal en las elecciones municipales de 1871, ocupó la alcaldía nazarena en dos ocasiones: entre el 1º de enero y el 31 de julio de 1872 y desde el 20 de octubre de 1874 hasta el 1º de enero de 1875. Si bien en esta época estaba encuadrado en las filas de los monárquicos, no fue defensor de los derechos del futuro Alfonso XII, razón por la cual sería destituido del cargo de alcalde de la villa en enero de 1875 por el gobernador civil de Sevilla.

Tras unos años de inactividad política, ingresó en el partido Liberal, volviendo a ser elegido concejal en 1885. Su participación se vería truncada en 1891 por motivos de salud. En ese año no pudo intervenir en la constitución de una de las mesas electorales por padecer unas fiebres palúdicas remitentes «que le obligan a permanecer en cama», según certificó el médico Ricardo Flores. No llegó a reponerse del todo y terminó abandonando la política. A partir de ese momento, su salud se volvería cada vez más delicada, tanto es así que en junio de 1899 dio poder a su hijo José Gómez Martín para que en su nombre administrase sus bienes. Finalmente, falleció en su domicilio de la calle Santa María Magdalena el 8 de febrero de 1908. Muchos años más tarde, en diciembre de 1967, el consistorio nazareno decidió dedicarle una calle en una barriada de nueva construcción, denominación que aún hoy se conserva.

Fuente: Jesús Barbero Rodríguez