Mesa de rellenadoras de pimientos

sábado, 11 de mayo de 2024


Mesa de Relleno almacén del Arsenal. foto publicada por Antonio Morales Alcocer

Las rellenadoras cogían las aceitunas deshuesadas, y las rellenaban de pimientos cocidos; Con tiras de pimientos, cortaban un pedazo y lo introducían en las aceitunas, cobraban según los kilos de aceitunas que rellenaban: Lo mismo que las deshuesadoras, cada tamaño tenia un peso, También se rellenaban de anchoas, de almendras y pepinillos y había unas que se rellenaban de otras aceitunas, pero como estas eran en menor cantidad se hacían en departamentos aparte, la mayor parte se rellenaban de pimientos rojos asados. 

Habia algunos almacenes que solo estaban especializadas en el relleno de anchoas. Las rellenas de pepinillos se les llamaban aceitunas “Violá” , y las que se rellenaban de aceitunas con aceitunas, se les llamaban aceitunas “Mariconas”, también hubo una época que se rellenaron de almendras, pero estos era faenas especiales, y se hacían por algún encargó que se hiciera, los pedidos mas fuertes y lo que mas se hacia era rellenar con pimientos rojos. El departamento que mas operarias tenia, era presisamente el relleno de pimiento. 

Había unos pesos especiales donde iban las rellenadoras con unos cajones de madera que se ven en la foto, que le llamaban “platos” cuando tenían un plato lleno iban, se lo pesaba la "pesaora" y se la repasaba, si estaban bien rellenas, le daba una ficha como una moneda, pero de plástico, y cobraban según las fichas que tenían cuando terminaba la jornada, y si no estaba bien rellenas, le devolvía el plato, y no le daba la ficha, hasta que no la arreglara, a esto se le llamaba “Poyetón” si te daban muchos “Poyetones” el encargado te podía sanciona con la perdida de algunos días de empleo y sueldo, a esto se le llamaba, “Arresto” alguna vez se decía “Fulanita no viene porque esta arrestada”.

En esta foto también de mesa de relleno, se puede ver los platos de maderas y otros utensilios que se utilizaban para recoger el sobrante de las tiras de pimientos que se utilizaban para rellenar, había que calcular muy bien los trozos de pimientos que se metían en la aceitunas para no desperdicia nada, de las tiras de pimientos, tiras que eran previamente cortada por una mujer, encargada de hacerlo, que le llamaba "la partiora", las sobras de las tiras les llamaban “mijitas” también eran arrestadas, si la rellenadora hacia muchas mijitas, “ algunas tiraban a escondidas las mijitas para que el encargado no las arrestaras. 

Era digno de ver a estas mujeres, rellenando aceitunas una a una, con qué habilidad y destreza rellenaban miles de aceitunas, para ganarse un jornal. Todas eran prodigiosas pero siempre había alguna que destacaban, y rellenaban mayor cantidad que otras, a las que mas rellenaban se les llamaban “Largas”. En las naves de los almacenes, no había calefacción y en invierno hacia mucho frío, y en verano hacia mucha calor, pero el frío era muy malo para ellas, ya que siempre estaban con las manos mojadas y sufrían de sabañones, que se les hinchaban los dedos y se les ponían muy rojos. Para calentarse utilizaban unas latas que ellas preparaban de envases de conservas, le ponían un asa de alambre, les ponían cisco picón la encendían como si fuera un brasero, a esto les llamaban “Copas” y cada una llevaban su copa para poderse "calentá" las manos, si,no, no podían ni escoger, ni deshuesar, ni rellenar, ni llenar botes, ni poner tapines, ni cortar tiras ni nada de nada.

Fuente: Antonio Morales Alcocer (E.P.D.). en su obra El nacimiento de una gran ciudad. Historias de los viejos almacenes de aceitunas (2015)