1500, Los hornos de cal y otras actividades artesanales en la Dos Hermanas del «Quinientos»

miércoles, 20 de agosto de 2025

 
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De capital importancia en la Dos Hermanas del Quinientos fue la fabricación de la cal(142), la única actividad artesanal con cierto peso en la localidad. De la trascendencia de esta industria, dieron fe tanto el padrón de pecheros de 1528, como el alcalde ordinario nazareno en 1564. En el primero, recordemos, se dice que el «prençipal trato que allá tienen es hazer caleras de cal para lleuar a la çibdad de Seuilla en que tienden e tratan muchos de los vecinos del dicho lugar» (143) . Por su parte, el alcalde ordinario Pedro de Poza, manifestó en 1564 que una de las principales actividades era «hazer caleras, donde ocurren muchas gentes para lo susodicho» (144). 

La cal era destinada, esencialmente, al abastecimiento de Sevilla. Debemos recordar que, en la primera mitad del siglo XVI, y debido al gran crecimiento demográfico, la capital hispalense demandaba grandes cantidades de este material, muy empleado en el sector de la construcción. Y dado que Morón de la Frontera, gran productor de cal ya en esas fechas, se encontraba a cierta distancia (lo que encarecía el producto), esta circunstancia hizo que se prefiriera la cal nazarena, que, dicho sea de paso, era de muy buena calidad. 

Ubicación de las caleras de Dos Hermanas (1516-1553)

Los hornos de cal de Dos Hermanas se localizaban en seis pagos, dos de ellos, curiosamente, situados en término de Coria del Río (Plano 7). Por un lado, estaban los hornos de los pagos de Echajuye o Echajuy145 y de Vijaldón, más cercanos al lugar, y, por otro, los hornos de las riberas del Guadaíra que se hallaban próximos a la capital hispalense. 

Pero los hornos de cal más afamados estaban, primeramente, en la ribera del Guadaíra, hoy término de Sevilla, muy cerca de la venta de Bartolomé de Amor. Y, en segundo lugar, en los pagos de las Camorrillas y del Romeral, ambos en término de Coria del Río. Desde ahí se transportaba la cal hasta el embarcadero de Coria, en el Guadalquivir, «ques a la boca del Caño donde se suele descargar la dicha cal» (146). 

Directamente relacionados con esta actividad industrial estaban otros oficios como son los cortadores de leña147 y los carreteros, lo cual acrecentaba aún más la importancia de la fabricación de cal. 

También merecen mención los hornos de ladrillos y tejas ubicados en las cercanías de los ríos Guadalquivir y Guadaíra, de donde se extraía el barro necesario. Casi todos ellos se encontraban en manos de vecinos de Sevilla. 

Asimismo, existen datos de unas casas ollerías148 en 1498-1499, ubicadas en la propia población (junto a las casas del escribano público Martín Sánchez) y propiedad del hacendado sevillano Juan de Monsalve. Como lugar de extracción del barro necesario para la ollería estaría, principalmente, la cercana laguna de la Talavernela. 

La industria del pan de Dos Hermanas, por su parte, todavía no había alcanzado la importancia que tendría en las últimas décadas del Quinientos, cuando se convierta este lugar en uno de los grandes abastecedores de pan de la ciudad de Sevilla junto con Utrera, Alcalá de Guadaíra y Gandul.

La última de las actividades artesanales que merece ser reseñada es la de la producción de jabón. Bien es sabido que su fabricación era monopolio regio, que en Sevilla será enajenado a favor de diversos linajes nobiliarios (los Enríquez de Ribera desde la época de los Reyes Católicos), quienes, a su vez, arrendarían las almonas sevillanas(149). Aquí, la fabricación del jabón quedaba en manos de un arrendatario, quien se obligaba a abastecer de jabón a los vecinos y moradores del lugar.

Contenido de esta publicación extraído de: BARBERO RODRÍGUEZ,J. Tesis Doctoral "Escribanías públicas de ámbito rural. El caso de Dos Hermanas (1476-1553)",(2021). Dos Hermanas: Universidad Pablo de Olavide, pags 76 a 79.

141 CARMONA RUIZ, M.A. (1996). “La apicultura sevillana a fines de la Edad Media”, en Estudios Agrosociales y Pesqueros, núm. 185, p. 131. 

142 Las primeras noticias acerca de esta actividad se remontan a 1516. 

143 AGS, CG, leg. 768 (1528), f. 383rº. 

144 LÓPEZ GUTIÉRREZ (1999), op. cit., p. 86.

145 Desconocemos el origen de tan peculiar topónimo, que debió surgir a fines del primer tercio del XVI. Es probable que proceda de la expresión “echa y huye”. 

146 AHPSe, PHNDH, leg. 21363 (1550-1552), Año 1551, f. rº s/n. 

147 Se tiene constancia de que en 1550 la leña para los hornos del Romeral y las Camorrillas procedían, en buena parte, de la zona de Bujalmoro. 

148 Nombre que recibían en aquellas fechas los talleres donde se fabricaban ollas y vasijas de barro.

149 Sobre esta actividad, véase GONZÁLEZ MORENO, J. (1975). Las reales almonas de Sevilla. Sevilla: Instituto de la Grasa y sus derivados.