1926, Cultura Alemana en Bellavista.
viernes, 29 de agosto de 2025En 1926 la familia de Otto Burger Duttlinger, compra en Bellavista una parcela a Morillas. Otto llegó a España a principios de 1914, a Barcelona , y trabaja en Catalana de Gas. Ese mismo año viene a Sevilla y es jefe contable de Sevillana de Electricidad.
Su parcela estaba en la calle Salamanca y lindaba con el camino de la isla. Después autovía de Cádiz.
Con su esposa Luisa Henriette, casados en Sevilla en 1919, les nacieron cinco hijos. Dos de ellos se establecen en Bellavista en esa misma calle. Esa zona antes de construir el pasaje Salamanca y parcelarse el chalet de Doña Concha del Moral se conocía como los chalets de los Alemanes.
Uno de Otto Burger y otro de Werner Uwe Burger.
Dos familias muy unidas aunque con prácticas familiares diferentes. Una católica y la otra protestante.
La primera casa que construyeron la de la foto que era mas bien una cabaña de la selva negra se llamó Villa Burgfried. La paz del Burgo.(castillo)
Un nombre que debió significar mucho a pesar de tener que mandar algunos hijos a la II guerra mundial.
Las hijas e hijo de ambas familias estudiaron en el colegio Alemán cuando estaba en el Porvenir.
Asi que tomaron el idioma en la casa y en la escuela.
Este era de los rasgos que nos hacía sentir una diferencia clara. Cuando hablaban en Alemán en especial con los padres estábamos fuera de juego. El alma del idioma y la cultura la tuvo la abuela Luisa.
Había tres fiestas especiales el 6 de diciembre, San Nicolás.
El 25 de diciembre con árbol de Navidad y regalos la noche del 24. Y el domingo de Pascua, la búsqueda de los huevos de colores en el jardín.
La abuela reunía a las dos familias la tarde del 6 de enero por Reyes. Y las nietas interpretaban pequeñas piezas musicales al piano, algunas acompañadas de canciones en Alemán, galletas especiales, frutos secos, Kutchen ( bizcochos) y otras delicias de chocolate.
En ese día todo giraba en torno al idioma y tradiciones. También aparecían algunos invitados de la colonia Alemana de Sevilla.
De ellos tomamos gusto por la pintura, la música clásica y el arte de la carpintería, la jardinería y el tenis.
Lo que nos daba elementos diferenciadores de la cultura recibida de nuestro Barrio.
Este conocimiento nos ayudó en la comprensión de la diferencia y nos permitió acercarnos a otra cultura sin salir de nuestra barriada.
El hecho es que a posteriori los descendientes se incorporaron a la vida de Bellavista y su entorno en su mayoría.
Un capítulo aparte será el Barrial una finca de la familia de Otto que tuvo una relación directa con una generación de jóvenes de Bellavista.
Autor: Juan Carlos Pérez Juídia